miércoles, 9 de julio de 2014

¿Las personas que cuidan mucho su físico son Narcisistas?

Hay personas que cuidan mucho su piel y les gusta mantenerse bellas a lo largo de su vida.

¿Pero eso significa que tengan una personalidad narcisista? O ¿simplemente se cuidan?

La persona que cuida mucho su aspecto, a menudo es sometida a críticas del tipo narcisista. Pero no es narcisista el que se preocupa por su aspecto, sino el que se complace excesivamente de sus propias facultades y se obsesiona por destacar por encima de los demás.

La palabra “narcisista” es un derivado del mito de Narciso. Éste cuenta que Narciso es hijo de un río y una ninfa. El oráculo presagia que Narciso llegará a viejo y vivirá siempre y cuando no se mire. Narciso era hermoso y enamoraba a las ninfas, tal y como pasa hoy día con las personas famosas.



Él se mostraba indiferente, lo que las volvía aún más locas, hasta el punto de dejarse morir de hambre (como en el caso de la ninfa Eco). Narciso, distraído, un día siente sed y se inclina sobre un lago (espejo de agua) que le devuelve una imagen de sí que lo enamora perdidamente. Atrapado por ella cae al agua y se deja morir ahogado como renuncia a la vida. Aunque tal historia tan solo es un mito, nos previene contra los excesos.

Existe diferente grado de narcisismo. En esta “era de la imagen” en la cual vivimos, hay una necesidad primordial  de ser mirados y a menudo aparece el deseo de recibir halagos y tributos de los otros. Este grado de narcisismo es normal y tolerable. Así que si eres una persona que te encanta mirar por tu belleza no es para preocuparse, es incluso necesario hacerlo si quieres cuidar de tu salud.    

                             

Es un ERROR relacionar entonces a la persona que mira por su belleza con aquellas que cruzan el límite y se obsesionan gravemente con serlo.


Para entender la diferencia es necesario hablar de la persona narcisista y qué características la identifican.


  • Es narcisista quien ante las críticas, reacciona con rabia, vergüenza o humillación. Son personas que se sienten el centro del universo, son arrogantes y exageran sus logros y talentos. Incluso, no solo se contentan con serlo y punto, sino que además esperan que los demás se pasen el día elogiándolos y adorándolos.

Reclaman la atención de los demás, pasan mucho tiempo hablando de sí mismos, de sus habilidades, capacidades, posesiones… y además, se quejan por los defectos de los demás.


Como hemos dicho, les afectan las críticas considerablemente y por ello buscan continuamente el elogio y confirmar su superioridad, con el fin de descartar cualquier posibilidad de verdad en dichas críticas.

El narcisismo es un trastorno de la personalidad y se diagnostica sobre la base de una evaluación psicológica que valora los antecedentes y la gravedad de los síntomas. Se desconoce la causa de este trastorno. Se piensa que las experiencias tempranas en la vida, como una crianza particularmente insensible, juegan un papel en el desarrollo de este trastorno.

Es probable que una de las causas del narcisismo sea la necesidad de verse bello o bella todo el tiempo. Pasarse el día delante del espejo puede provocar cierto enamoramiento personal, pero eso no significa que uno sea narcisista. Existen muchos más factores y síntomas para serlo.


                                                                             

Las personas que son narcisistas tienden a no ver en los demás lo bueno. Se rodean de personas que sienten que son inferiores y así consiguen garantizar su hegemonía.


Quien padezca este trastorno se identificará por sus fantasías de poder y éxito, el necesitar en todo momento sentirse admirado de manera exagerada, carecer absolutamente de empatía, el ser una persona muy envidiosa, el mostrarse ante los demás con ciertos aires de superioridad, el considerar que tiene más derechos que nadie y que se encuentra por encima del resto.

Existe una línea imaginaria que divide lo suficiente de lo exagerado o excesivo. Puedes ser una persona que le gusta cuidarse, realizar tratamientos de belleza, utilizar aparatología estética, usar cosméticos, maquillaje, mascarillas… y no ser narcisista. Lo importante es sentirse a gusto con uno mismo/a y así poder ofrecer lo mejor de ti a los demás, que seguro estarán encantados de verte sonreír y de que te cuides tan bien.

La belleza es salud, es estar sano por fuera y también por dentro.



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Cualquier duda sobre aparatología estética, equipos estética, equipos de fotodepilación o cavitación podéis hacernos un comentario o directamente desde el formulario que tenéis en la columna de la derecha.

martes, 1 de julio de 2014

El lado más espiritual de la Estética

Nadie puede decir que no sea importante el exterior: Una puesta de sol es bonita, y aun más lo es un amanecer. Los sentidos nos transmiten información del exterior y no podemos mentir a nuestro organismo y más cuando percibimos como “vibra” al sentir algo que le es agradable.

Nuestro aspecto externo en las relaciones que mantenemos con los demás influye en nuestra propia autoestima.



Nos gusta agradar, transmitir una buena imagen a los demás… y si no lo conseguimos se despierta en nosotros un sentimiento de angustia e impotencia que son nocivos para nuestra salud emocional. Esto ocurre cuando nos ponemos metas demasiado lejanas, demasiado altas en plazos muy pequeños de tiempo y al no obtener buenos resultados nos desmotivamos.

En todo momento, debemos ser conscientes de que los buenos resultados llegan gracias a nuestra motivación. Y motivarnos es ponernos metas más pequeñas, más cercanas a nuestras posibilidades. Porque cada vez que alcancemos una meta nos sentiremos mejor con nosotros mismos, aumentará de buen grado nuestra autoestima y estaremos tan felices que querremos avanzar.

Debemos buscar el equilibrio emocional acorde a nuestros valores, y así mostraremos una presencia física con la que nos sintamos a gusto. No olvidemos que una buena parte del atractivo que comunicamos depende de cómo nos vemos a nosotros mismos.

El atractivo también favorece el acceso a distintos escenarios sociales y profesionales, ya que una persona atractiva es normalmente considerada más exitosa en todos los ámbitos.

Pero ¡ojo! Compararse con figuras ideales demasiado elevados puede ser peligroso y llevar a la persona a tener sentimientos de poca valía personal y conductas nocivas para la salud, como son los desórdenes alimenticios y emocionales. Por ello, REPITO, es importante encontrar un equilibrio emocional procurándonos metas más cercanas a nuestras posibilidades.

Existen diferentes corrientes que defienden que lo estético es placentero para uno mismo y para todos. Por ejemplo:

El naturalismo estético

Defiende que lo que nos gusta (lo bello) es lo placentero y lo útil desde un punto de vista natural (Biológico). La imagen estética, lo visto y audible nos gusta, es bella y nos provoca placer. Lo feo, lo que nos disgusta nos genera rechazo. Esta corriente defiende qué Bello es lo que me place en cuanto satisface o guarda relación con los deseos propios a mi especie (alimento, reproducción, seguridad, etc.)

El convencionalismo

Según estas teorías, lo bello responde a convenciones culturales. Una imagen o representación me gusta (aquí y ahora) porque expresa ciertos patrones convencionales vigentes (aquí y ahora) acerca de lo que es “bello”. Lo bello es, por tanto, relativo a la cultura, la época, el grupo social, etc.

El emotivismo

Lo que nos gusta es lo que nos gusta. Una imagen o representación nos gusta (es bella) porque desencadena una fuerte gratificación emotiva, conmueve, etc. Este estado emotivo es privado, individual. El criterio del gusto es el propio gusto (que se tiene o no se tiene, sin más).

Ética y estética

Lo bello es lo bueno. La imagen nos gusta por su significado moral: refleja un ideal, indica cómo debería ser el mundo. La belleza (y la emoción del gusto) se da cuando la imagen representa lo que debe ser, lo bueno. Bello es lo que merece ser amado, lo digno, lo noble.

Concluimos que “sentirse guapo/a” nos favorece, alimenta al espíritu y lo engrandece. El que cuida su cuerpo cuida su salud física, pero indudablemente, también emocional y psicológica.


SENTIRSE BIEN POR DENTRO SE REFLEJA EXTERIORMENTE Y VICEVERSA.




Lleva una vida saludable, en cuanto al cuidado de tu piel y salud, alimentación, ejercicio físico…


Lo que es bello es estético y si nos vemos bien por fuera lo estaremos igual por dentro.


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